BIENVENIDOS

- ¿Cómo va?, ¿todo bien? - me preguntó un conocido que me crucé en el tren.

Mientras el agigantaba su sombra imaginaria, ella se acurrucaba asustada en el rincon mas oscuro de la habitación.
Cuando llegué se lanzó a mis brazos agitada, con lágrimas en los ojos. Le sequé las lágrimas con las puntas de mis dedos y dandole un beso en cada uno de sus cachetes la recosté en la cama y la tapé con la sábana blanca.
Le acaricié la cara mientras se dormía lentamente. Yo me quedé mirandola recostado al lado hasta que me venció el sueño. Los ojos se me cerraron y me dormí con mi mano reposando en su cadera.

- Bien, che, todo en orden - le contesté mientras el tren avanzaba hacia la estación de Retiro.

Habia un lugar en el mundo que me era propio, tan propio...el derecho de propiedad quizas de otro pero sentimentalmente tenia una arraigada sensación de pertenencia.
Asi fue durante muchos, muchos años, desde chiquitito...hasta que me encuentro con muchisimas imagenes en las que tantos otros lo han pisado, jamas hubiera imaginado que tanta gente llegaria hasta alli y no puedo dejar de pensar que no lo quieren como yo lo hago y lo hice desde que tengo uso de razon. No se si es bronca o envidia o las dos cosas.
Es que en esa arena jugue, corri, construi, comparti, creci. Ahi esta mi yo en miles de recuerdos.
Es como cuando alquilas tu casa a desconocidos. Mientras no veas fotos de ellos es como si no hubieran estado...pero que no se dejen fotos olvidadas tomadas en tu cocina, tu sillon...te sentis ultrajado.