BIENVENIDOS

Si salis con tu novia usando los dos la misma remera, probablemente te digan que sos un gil...eso es lo que pense hoy de los dos yanquis con una remera gris de NYPD. Pero quizas eran dos copados con mucha personalidad que no les importaba nada que podria llegar a pensar un sudaca ignorante...entonces el gil podria llegar a ser yo.
Entre a la oficina y me quede reflexionando, prendi la computadora y escribi este post al respecto...y a medida que las letras aparecian en la pantalla me di cuenta de la verdad, si Joaquincito, tu no tienes razon, el idiota era yo.

Eso de arriba para la gilada...en realidad los dos yanquis tenian unas caras de giles que se caian a pedazos y encima con esas remeras iguales, por dió!...igual seguro que estan forrados en guita (y que tiene que ver, no?...todo tiene que ver!, todo!!!!!).

"¿Viste que a veces estas cansado de aprender... y queres embocarla de una buena vez?"
Intenté contentarte con la clásica respuesta que en la búsqueda y el esfuerzo esta la satisfacción de los logros, intenté decirte que de todas formas vos ya ganaste...pero se que no es facil, que es aun mas dificil de lo que pudieras haber previsto, pero seguro que no tanto como para vencerte, de eso estoy seguro que no.

"Aca son las 7.38 de la mañana. Ya no se que hacer. Me levante 4 y media, porque ayer me fui al sobre muy temprano. Ademas ayer deje de fumar y me hago el boludo, ordeno la ropa, leo, pero en realidad no me acostumbro porque venia fumando como un caballo como 30 al dia, pero bueno, me lei un librito y a la mierda. Espero sea definitivo"
Las decisiones difíciles son así, traen consecuencias dificiles de sobrellevar.

Venite las fiestas para aca que nos clavamos unos champús y unos buenos habanos (esos te los podes permitir)

Del otro lado del río,
entre tu canto y el mío,
sobre un colchón de hojas secas
el destino merece su siesta.
Es del otro lado del río
donde el muérdago abunda y enamora,
donde no hay normas ni hora
para darle calidez a tus labios fríos.
Serpenteando silencioso
el río acaricia y arrastra recuerdos,
son rostros, logros y pueblos,
son días, manchas, son credos.
En su andar purifica el río,
por sus aguas cristalinas
sigue la luz su camino
bajo la oscura mirada de verdes colinas.
Del otro lado del río
habita tu calor y el mío,
del otro lado del río
somos uno en un solo camino.
No hay navíos ni balsas,
no hay puentes altos y sombríos,
entre sus aguas avanzas
para cruzar al otro lado del río.
En aquella orilla habita el calor
de tu corazón, tu cuerpo y tu pasión,
en aquella orilla encuentra reposo
mi espíritu inquieto y ansioso.

-sobre las nubes que cubrían tierras patagónicas-